En muchos talleres, recoger manualmente piezas de acero cortadas con láser puede ser lento y agotador. Una solución práctica que hemos visto consiste en instalar una pinza magnética en el extremo de un brazo robótico. Esta configuración ayuda a levantar y mover las piezas automáticamente después del corte.
Integración con sistemas de guía de visión
Al combinarse con sistemas de visión robótica, la pinza magnética permite la localización y recuperación precisa de componentes. El sistema de visión identifica la posición y orientación de las piezas cortadas y comunica las coordenadas al controlador robótico. Posteriormente, la pinza se posiciona con precisión sobre cada componente, activándose solo cuando se logra la alineación correcta. Este enfoque coordinado reduce los errores de posicionamiento y minimiza los daños a las piezas durante la manipulación.

Qué significa esto para el taller
Este enfoque ayuda a mantener el área de trabajo organizada y permite que la máquina de corte funcione de forma más continua. Los trabajadores dedican menos tiempo a clasificar las piezas manualmente y pueden concentrarse en otras tareas. La pinza magnética es sencilla, sin piezas móviles, por lo que requiere poco mantenimiento y funciona de forma constante turno tras turno.

Configuración
Para que esto funcione correctamente, el imán debe tener la potencia adecuada para las piezas que se van a levantar. El sistema de cámara debe estar ajustado para reconocer las piezas con claridad bajo la iluminación del taller. Una buena comunicación entre la cámara, el robot y la pinza facilita que todo el proceso sea fluido y eficiente.
Este es un ejemplo de cómo las pinzas magnéticas, cuando se combinan con la automatización básica, pueden ayudar a los talleres a trabajar de forma más inteligente, reduciendo el esfuerzo manual y manteniendo las cosas funcionando sin problemas.




